Bogotá, 2 de septiembre del 2014. La siguiente es la constancia que dejó este martes el Senador del Centro Democrático, Fernando Nicolás Araujo, en la Plenaria del Senado, en solidaridad con las niñas afectadas por una extraña enfermedad en el Carmen de Bolívar.
“En esta oportunidad debo dejar constancia de solidaridad con alrededor de 300 niñas afectadas por una extraña enfermedad en El Carmen de Bolívar, con sus padres y con toda la comunidad del municipio que hoy está padeciendo el centralismo excesivo, insensible a la realidad de un pueblo humilde.
Las niñas presentan dolores de cabeza y en el pecho, adormecimiento de manos, ahogamientos y desmayos. La repentina demanda de servicios médicos naturalmente colapsó la capacidad de este centro asistencial.
Solicitamos al Ministerio de la Protección Social prestar toda la atención requerida para que la problemática mencionada sea subsanada en la mayor brevedad posible.
El día Sábado 30 de agosto en visita presencial que realicé a las instalaciones del Hospital Nuestra Señora del Carmen no encontré la presencia de un solo funcionario del Ministerio de la Protección Social. No había toxicólogos, ni psicólogos, psiquiatras, ni siquiera internistas. Tan solo se encontraba el personal médico y administrativo de dicha entidad.
Demuestra lo anterior, la evidente indiferencia del ministerio de la Protección Social con la comunidad del Carmen de Bolívar. La salud no puede verse bajo el frio lente de las cifras, los porcentajes y los presupuestos. La salud de los colombianos debe atenderse con todo el calor humano, la solidaridad y la diligencia que requiere el dolor, el padecimiento y la angustia que los quebrantos generan.
Señor Ministro, en virtud de esclarecer con la mayor transparencia la situación de la Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, cuéntenos cuáles son los riesgos reales e implícitos y los efectos segundarios que se pueden presentar tras la aplicación de la vacuna. Si bien ha habido millones de mujeres que han recibido esta vacunas, también se encuentran movimientos sociales en Colombia, Francia, Japón, India, México y España que rechazan la aplicación de la misma. No pretendo controvertir en este sentido pero si exijo la total claridad sobre los efectos en las colombianas”.
(Fin)