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No Mas Santos en el Club Naval

Por: Fernando Nicolás Araújo 

Reconozco y admiro profundamente la vital importancia de la Armada Nacional en la historia de nuestro Estado, en su tradición en defensa de las instituciones democráticas. Hacia la Armada Nacional no tengo sino gratitud y aprovecho la ocasión para reafirmar mi compromiso con la defensa de las Fuerzas Militares de Colombia.

Sin embargo, he recibido con gran preocupación reiteradas denuncias por parte de civiles y oficiales retirados, quienes siendo socios o invitados del Club Naval de Oficiales Santa Cruz de Castillo Grande en Cartagena se les ha negado el ingreso a las instalaciones. Se les niega porque portan un micro-perforado en sus carros expresando su rechazo a las políticas de Santos, bajo el lema “No más Santos”.

Luego de la violencia partidista del siglo pasado, Colombia optó con el Frente Nacional hacia una doctrina militar en la cual los miembros de la Fuerza Pública no tienen capacidad de deliberación política. Así lo dice la Constitución, así debe ser.

Pero no se puede confundir el acatamiento de la Constitución Política por los miembros de la Fuerza Pública con la libertad de expresión de los ciudadanos incluidos los policías o militares en uso de buen retiro.

Parafraseando a la Corte Constitucional: “la libertad de opinión en toda sociedad moderna tiene un alto grado de protección, puesto a que es de vital importancia para el debate democrático y para el ejercicio de una ciudadanía activa que permita un escrutinio social frente a quienes ostentan el Poder”.

Esta limitación a la libertad de expresión de los ciudadanos de parte de algún directivo del Club Naval de Cartagena, sucede cuando el Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares se ríe del ejercicio legítimo de la Resistencia Civil pacífica y argumentada, días previos a que amenace a la ciudadanía con una “guerra urbana” si no se obtiene la refrendación de la claudicación de La Habana y cuando el Ministro de la Defensa solicita, ahí sí violando la Constitución, que los militares de Colombia promuevan el sí en el amañado Plebiscito que legitima la impunidad de las FARC.

Seguro de la capacidad de corregir de quien ordenó prohibir la libertad de expresión ciudadana en el Club Naval, mantendremos nuestra actitud de protección de los valores democráticos.

 

1 Comment

  1. Jairo Morales Navrro dice:

    Así es, y además eso ya parece ser común denominador, con la reforma tributaria, tal y como paso con la reforma de la Justicia se dirá «que no fue leída . Y que decir del plebiscito sobre unos acuerdos que al igual de sus propósitos parecen clandestinos ?

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