Bogotá, 24 de noviembre del 2015. En Plenaria de Senado de este martes, el congresista Fernando Nicolás Aráujo, radicó constancia cuestionando el papel de Enrique Santos, hermano del Presidente Juan Manuel Santos, en la mesa de diálogos en La Habana, Cuba, si este no es funcionario público, ni hace parte de los plenipotenciarios del Gobierno.
Así mismo, cuestionó cuál es el papel de los negociadores, en especial de Humberto De La Calle, si sus funciones tienen que ser aparentemente relevadas por un ciudadano del común como es el Hermano del Presidente Santos.
A continuación el texto de la constancia:
“La Constitución Política de 1991, en su artículo 122 dice que todo empleo público tiene funciones detalladas en la ley o el reglamento; que la remuneración económica requiere estar contemplada en la respectiva planta de la entidad donde ejerza dichas funciones y la misma con sus emolumentos en el presupuesto; que quien goce de empleo público lo hará prestando juramento de cumplir y defender la Constitución, además; como lo establece el artículo 6 Superior, los servidores públicos son responsables por infringir la constitución y la ley, ya sea por omisión o extralimitación de sus funciones.
Ahora, ante la visita del señor Enrique Santos Calderón, ciudadano del común y hermano del Presidente, a la delegación de los diálogos de paz en La Habana, Cuba, se generan ciertas suspicacias, atribuibles a un escepticismo en lo que se está negociando allá en Cuba, de las cuales quiero hacer eco en este Recinto de la Democracia:
El Centro Democrático, así como el país en general, muestra sus profundas preocupaciones que originan la visita del hermano del Presidente a La Habana, en la aparente calidad de “mensajero” presidencial para acelerar los diálogos. Más aún, cuando se emite un indulto a 30 narcoterroristas de las FARC condenados por delitos políticos, sin hacer exigencia alguna sobre el respeto de los Derechos Humanos de las personas que se encuentran secuestradas por ese grupo narcoterrorista, a tal punto de marginarlas de la paz.
Una pregunta final que merece un análisis de mayor envergadura: ¿Los indultados de las FARC, las ideas castrochavistas debilitadas por la Democracia viva, el dinero generado por el narcotráfico y las actividades delincuenciales, y, aparentemente, el peso político de un aliado como el señor Enrique Santos Calderón, hermano del Presidente, estarán preparando las bases de la próxima alianza política del comunismo radical en contra de la Democracia colombiana?”
Fin del comunicado